La increíble historia de cómo nació nuestra marca: Chagüe Play
¿Quién se imaginaría que con el intercambio de un par de vacas por una máquina de coser, se daría inicio a un negocio que perduraría a lo largo del tiempo? En un pequeño pueblo llamado Zapotlanejo, donde la oferta de ropa para niñas era escasa, esta increíble historia comenzó a tomar forma.
Hace 40 años, Don Vicente tenía un sueño: que sus hijos, Chagüero y Federico, se adentraran en el mundo de la alta costura. Don Vicente quería que sus hijos ingresaran en el arte de la confección, lejos del campo, para que pudieran tener una mejor vida. Fue así como decidió dar un giro audaz a su vida y a la de su familia.
Con determinación y valentía, Don Chagüero, quien poseía un par de vacas, tomó una decisión sorprendente: vender sus vaquitas para adquirir una máquina de coser. Ese simple intercambio marcaría el comienzo de un negocio innovador y único.
Así nació Diseños Ana y Deliza, hace cuatro décadas. Inicialmente, la marca se enfocaba en la confección de prendas para dama. Pero pronto, Don Chagüero se percató de una oportunidad aún mayor: la falta de oferta en el mercado de ropa infantil, que contrastaba con una demanda creciente.
Con visión y adaptabilidad, Don Chagüero supo escuchar a su instinto emprendedor y transformó su negocio. Surgió entonces Chagüe Play, una marca destinada a conquistar los corazones de las niñas de Zapotlanejo y, después, a las de todo México.
Las creaciones de Chagüe Play destacaron por su calidad, estilo y narrativa única. Cada prenda contaba una historia y reflejaba la pasión y dedicación de Don Chagüero y su familia por la moda. Era el inicio de una travesía que marcaría la diferencia en el mercado de la moda infantil.
A lo largo de los años, Chagüe Play ha prosperado y su fama se ha expandido más allá de las fronteras de Zapotlanejo. Su compromiso inquebrantable con la excelencia y la satisfacción del cliente ha sido el motor de su éxito.
La historia de Chagüe Play es un testimonio del poder de una decisión audaz y de la perseverancia. Cada prenda que sale de su taller es el resultado del amor y la experiencia acumulada durante décadas.
Hoy en día, Chagüe Play se ha convertido en un referente de moda infantil, con diseños que combinan estilo, comodidad y durabilidad. Cada prenda cuenta una historia que comenzó con el intercambio de un par de vacas por una máquina de coser y sigue siendo escrita con cada puntada.
En un mundo donde los sueños se vuelven realidad, Chagüe Play es el claro ejemplo de cómo un pequeño acto puede desencadenar una historia exitosa y duradera. ¿Quién se imaginaría que una simple elección abriría las puertas a un negocio que ha dejado una huella imborrable en el mercado de la moda infantil?
En el caso de los colores azul y blanco, son para tranquilizar y transmitir una sensación de calma, paz y serenidad.
Son colores ideales para aquellos niños que tienen problemas de sueño o niños muy activos.
No se recomiendan tanto para los niños que ya de por sí son tranquilos, ya que pueden generarles somnolencia.
El rojo es estimulante hacia la acción y atrae la visión al momento.
Es un color que ayuda a los niños a generar energía, da vitalidad y combate la depresión.
Uno de los colores que representa el optimosmo, el ser positivos, estimulante y activo es el amarillo.
Despierta la actividad mental y es ideal para niños que tienen poca concentración o problemas de aprendizaje.
Si buscar equilibrio y tranquilidad, te recomendamos el verde. Fomenta la armonía y logra una calma en los niños.
Cuando el niño es temeroso a ser lograr metas o cuando se aferra demaiado a los papás, puede ser muy recomendable este color.
Si ves que el niño necesita energía, que use verde.
El naranja inspira alegría y felicidad.
El rosa les transmite relajación y afecto.
El morado es un color que los niños asocian al mundo de la fantasía, potencia la intuición y la imaginación de los niños y transmite tranquilidad y el misterio.
Como puedes leer, el vestir a un niño de cierto colorayuda para fomentar algunas actitudes o estados de ánimo en ellos mismos, para que cuando sean mayores asocien esos colores a aquellos sentimientos que tenían cuando eran más pequeños.
